Caladero Femenil Profesional

En este XXVI Campeonato Millonario tuvimos la oportunidad de presenciar y disfrutar el caladero “Femenil Profesional” haciendo honor a cada una de las letras que conforman el nombre de esta categoría, estoy segura de que coincidirán conmigo porque fue un verdadero deleite observar el gran nivel competitivo, la gran complicidad de 21 binomios, el corazón, la garra y el constante crecimiento del nivel en esta categoría.

¿A qué creen que se deba? Platicando con algunas caladoras pude llegar a ciertas conclusiones:

  • La pasión y la entrega que dan en el ruedo en cada cala.
  • El perfeccionismo, la exigencia continua y el aprendizaje que obtienen día con día, por decisión propia, para poder lograr una cala impecable.
  • En la mayoría de los casos sólo participan con un caballo, lo que hace que con ese ejemplar tengan que dar el todo por todo y no permitirse errores, ya que un medio puede representar no estar en el pódium.
  • Algunos de los caballos que están calando son cuacos que están participando en otras categorías varoniles; motivo por el que generalmente son ejemplares con una gran maestría y experiencia para calar.
  • Anteriormente eran caballos que no tenían todo para estar en los primeros lugares de las categorías varoniles y ahora vemos a varios corceles participando en ambas categorías.
  • Los caballos que presentan cada día son superiores, con mejores líneas y cruzas; más especializados en esta disciplina y buscando que puedan adaptarse a la albarda, y como consecuencia, a la falta de una pierna y al mando con el cuerpo.
  • En varias ocasiones que me ha tocado viajar a Estados Unidos y visitar algunos ranchos, centros de reproducción, así como asistir a algunas competencias, he observado a muchísimas mujeres involucradas y siendo líderes de estos grandes proyectos y no pude evitar cuestionarme, ¿por qué prefieren que una mujer sea la responsable? y después de analizar llegué a la conclusión que se debe al famoso “sexto sentido” que poseemos y este, a su vez, nos permite tener una conexión más profunda (podemos percatarnos de detalles como: si no es el mejor día del caballo, si se siente mal, triste, si no comió bien). Hay una mayor finura y delicadeza en el mando.
  • Recuerdo que cuando yo calaba, hace mucho tiempo, sólo se realizaban dos caladeros femeniles en el año: el aniversario del Pedregal y el de La Nacional de Charros. Había que esperar casi un año para poder competir. Hoy en día se han ido abriendo oportunidades, marcando su propia historia, para ser tomadas en cuenta dentro de los torneos importantes.
  • Tenemos que destacar que en el camino de preparación de estas grandes amazonas hay extraordinarios arrendadores; hombres que les ayudan a alcanzar el resultado esperado. Entrenadores que las apoyan, que soportan las adversidades que se les presenten para perfeccionar su técnica. Los hemos visto, incluso, montando en albarda para poder tener un mejor entendimiento de lo que se tiene que corregir y las van acompañando paso a paso para lograr un binomio perfecto con uno o varios ejemplares.
  • En los caladeros mixtos han ido ganando territorio; hoy hemos visto a varias jinetes quedando en la tabla de posición dentro de estos como es el caso de Gabriela Esparza, Estefanía Sepulveda, Ximena Velasco; entre otras.

Esto me hace recapitular en torno a dos premisas:

  1. 1.- Le hago una atenta invitación a todos los ranchos y criadores especializados en calas de caballo que vean a la categoría femenil profesional como una opción para exhibir a sus caballos. Estoy segura que esto generará un mayor número de oportunidades, ventas, mayor exposición y sin duda lo que todos queremos, el crecimiento de esta industria. Como criadores, ¿porqué no pensar en criar un potrillo o potranca con el objetivo claro de ganar la categoría femenil? De la misma forma quiero felicitar ampliamente a los ranchos que le han dado la oportunidad a la mujer mexicana, Rancho La Ilusión, Rancho San Agustín, Rancho Santa Cecilia, Rancho Los 3 Potrillos, Rancho El Molino, Rancho La Sierrita, Quinto Menguante, por mencionar algunos.
  2. ¿Realmente es necesario que la mujer monte a horcajadas? y no mal interpreten mi comentario, estoy a favor de la inclusión de la mujer, de hecho puedo hacer mención que en CCCM se ha implementado, en varias ocasiones, el tema de los caladeros mixtos donde han tenido la oportunidad de elegir el montar a mujeriegas o a horcajadas. Cuando están en albarda las veo más seguras, con más dominio del caballo, con una excelente postura logrando mejores resultados con calificaciones más altas. Es por ello que considero importante reflexionar sobre este punto. Sin duda es un gran orgullo ver que las caladoras se van superando y creciendo constantemente.
  • Recuerdo que cuando yo calaba, hace mucho tiempo, sólo se realizaban dos caladeros femeniles en el año: el aniversario del Pedregal y el de La Nacional de Charros. Había que esperar casi un año para poder competir. Hoy en día se han ido abriendo oportunidades, marcando su propia historia, para ser tomadas en cuenta dentro de los torneos importantes.
  • Tenemos que destacar que en el camino de preparación de estas grandes amazonas hay extraordinarios arrendadores; hombres que les ayudan a alcanzar el resultado esperado. Entrenadores que las apoyan, que soportan las adversidades que se les presenten para perfeccionar su técnica. Los hemos visto, incluso, montando en albarda para poder tener un mejor entendimiento de lo que se tiene que corregir y las van acompañando paso a paso para lograr un binomio perfecto con uno o varios ejemplares.

¡Muchas felicidades, me siento muy bien representada como mujer de a caballo por cada una de ustedes!